Quizás el indicador más importante en términos generales o al menos recaudatorios, se trata del incremento del 74,88% en la categoría impacto económico al comparar los registros interanuales, un gasto per cápita de $16.162 sumamente requerido debido al parate obligado por la pandemia y sus efectos “residuales”.

La innegable evolución de la industria turística empieza a proponer a Jujuy como una opción más competitiva al momento de elegir un hospedaje donde pasar la noche, un escalafón privilegiado que todavía ostenta Salta pero en menor medida. El pernocte avanzó 0,48 durante el último año y 0,88 al compararlo con los registros de la misma temporada pero en 2017.

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